Las emociones y sus componentes

Una emoción es un patrón de respuestas corporales automáticas que se activa en un organismo cuando enfrenta estímulos internos o externos que afectan su homeostasis. Estas respuestas incluyen cambios fisiológicos como la aceleración del corazón, sudoración, tensión muscular o cambios hormonales, y son esenciales para la supervivencia porque preparan al cuerpo para actuar de forma adaptativa frente a desafíos o recompensas. En términos evolutivos, las emociones surgieron antes que la conciencia, como mecanismos automáticos de regulación vital que guían al organismo para preservar su vida en un entorno cambiante.

El sentimiento es la experiencia mental que surge cuando el cerebro percibe y representa internamente esos cambios corporales provocados por las emociones. Es decir, un sentimiento es la versión subjetiva e íntima de una emoción: mientras que la emoción actúa sobre el cuerpo, el sentimiento es la conciencia de que esa acción está ocurriendo. Para Damasio, los sentimientos constituyen la base de la conciencia subjetiva, ya que al sentir internamente lo que sucede en el cuerpo, el organismo empieza a reconocerse a sí mismo como un ser que siente, dando paso a un "sí mismo" central que permite no solo experimentar el presente, sino también reflexionar sobre el pasado y anticipar el futuro.

Así, mientras que la emoción puede existir de forma inconsciente en animales y humanos (reacciones automáticas ante estímulos), el sentimiento implica necesariamente un nivel de conciencia: sentir una emoción, darle un matiz subjetivo y experimentarla como parte de la propia existencia. En este sentido, los sentimientos transformaron la experiencia biológica básica en mente consciente, dando origen al desarrollo de la memoria, la cultura, la identidad personal y el pensamiento complejo que caracterizan al ser humano.

• Una emoción es una respuesta automática del cuerpo. Por ejemplo, sentir miedo al ver un perro agresivo: el corazón late más rápido, los músculos se tensan y el cuerpo se prepara para correr o defenderse. Otro ejemplo de emoción sería sonreír de manera espontánea cuando ves a alguien que quieres.
• Un sentimiento es la percepción consciente de esos cambios corporales. Siguiendo el ejemplo anterior, el sentimiento sería darse cuenta del miedo que estás experimentando, sentir angustia o preocupación al imaginar que el perro podría atacarte. Otro ejemplo sería sentirse feliz después de abrazar a un amigo, porque reconoces internamente el bienestar que la emoción ha generado.
• Así, la emoción actúa en el cuerpo de forma automática, mientras que el sentimiento te hace consciente de esa reacción y le da un matiz personal.

Además de estos 2 conceptos emoción y sentimiento, existen algunos otros que nombran parte de nuestro mundo emocional y nos ayudan a comprendernos mejor como son:

• Afectividad: estados y tendencias que el sujeto experimenta de manera propia e inmediata (subjetividad), influye en toda su personalidad y comportamiento (trascendencia), en su expresión (comunicatividad) y que se distribuye normalmente en polos dicotómicos (polaridad).
• Afecto: aspecto consciente y subjetivo de la emoción y patrón de comportamientos observables que es la expresión de sentimientos.
• Humor: estado emocional basal del individuo, persistente y mantenido.
• Estado de ánimo: emoción generalizada y persistente que influye en la percepción del mundo (ánimo depresivo, disfórico, elevado...).

1. Componentes de la Respuesta Emocional

Las emociones son experiencias subjetivas que involucran tanto componentes periféricos como centrales en el cerebro. La amígdala desempeña un papel fundamental coordinando estos componentes, desde los cambios fisiológicos hasta los procesos cognitivos que influyen en nuestra percepción emocional y comportamiento.

Componentes Periféricos:

Los cambios fisiológicos y motores son manifestaciones visibles de nuestras emociones. Estos incluyen respuestas neurovegetativas, hormonales y somáticas, así como cambios en la expresión facial y respuestas motoras defensivas.

Componentes Centrales:

A nivel central, nuestras emociones implican cambios cognitivos profundos que afectan nuestra experiencia emocional, motivación, atención y percepción. El hemisferio derecho del cerebro, especializado en la interpretación y expresión emocional, desempeña un papel crucial en cómo percibimos y respondemos emocionalmente a nuestro entorno.

2. Rol de la Amígdala en la Regulación Emocional

La amígdala, con sus núcleos basolateral, medial y central, conecta áreas cerebrales clave como la corteza prefrontal ventromedial y el hipotálamo para regular el aprendizaje emocional, la respuesta condicionada al miedo y la expresión emocional. Estos circuitos son fundamentales para entender cómo los niños desarrollan respuestas emocionales adaptativas y aprenden a manejar el miedo, la ira y otras emociones primarias.

La amígdala se conforma de diferentes núcleos coordinados para procesar las emociones:

• Núcleo Basolateral: El núcleo basolateral de la amígdala desempeña un papel crucial al conectar con la corteza prefrontal ventromedial, que regula los síntomas afectivos y emocionales negativos. Esta conexión es vital para inhibir la adquisición del miedo y promover respuestas emocionales más controladas y adaptativas en los niños.
  Conecta con la corteza prefrontal ventromedial (relacionada con los síntomas afectivos y emocionales negativos) → Inhibe la adquisición del miedo.
  Aprendizaje emocional → Respuesta emocional condicionada.


• Núcleo Medial: Por otro lado, el núcleo medial de la amígdala recibe información olfativa y proyecta hacia áreas que regulan la conducta sexual y los ciclos hormonales. Esta función no solo es crucial para el desarrollo biológico, sino también para la integración de señales emocionales relacionadas con el placer y la saciedad, aspectos fundamentales en el bienestar emocional y social de los niños.


• Núcleo Central: El núcleo central de la amígdala juega un papel esencial en la activación de respuestas emocionales a través de múltiples conexiones cerebrales. Desde el hipotálamo, que regula la respuesta fisiológica como el aumento de la frecuencia cardíaca y la secreción hormonal, hasta el mesencéfalo y la protuberancia, que controlan respuestas comportamentales como la inmovilidad o la activación cortical, cada parte del núcleo central contribuye a la compleja red de procesamiento emocional en el cerebro infantil.

✅ Una amígdala desregulada, no permite procesar emociones:

Los niños necesitan seguir una metodología que les reduzca la incertidumbre en la gestión emocional. Como hemos visto, nuestro cerebro tiene mecanismos de gestión emocional muy implicados en el miedo y la ansiedad para garantizar la supervivencia. Si nadie les enseña a gestionar sus emociones esta incertidumbre y miedo aumentarán provocando graves problemas mentales. En cambio, si aprenden una metodología que les enseña a identificar sus emociones, comprenderlas y finalmente regularla, estos mecanismos actuarán a su favor. La amígdala se sobreactiva en entornos de incertidumbre e implica una desregulación emocional, haciendo que los niños actúan de forma exagerada y provoque respuestas indeseables como las rabietas, insultos o peleas.

Proporcionar un entorno seguro donde aprendan a gestionar sus emociones y las implicaciones que va teniendo actuar de una manera u otra, es fundamental para que desarrollan una buena inteligencia emocional y hagan de las emociones sus amigas.

2. Importancia del Hemisferio Derecho en la Gestión Emocional Infantil

El hemisferio derecho del cerebro desempeña un papel crucial en la gestión emocional infantil, contribuyendo significativamente a cómo los niños perciben, procesan y responden a las emociones. Aquí exploraremos la amplia importancia de este hemisferio en este proceso fundamental para el desarrollo emocional saludable de los niños.

Funciones del Hemisferio Derecho en la Gestión Emocional Infantil:

• Procesamiento No Verbal de las Emociones: El hemisferio derecho se especializa en el procesamiento de información emocional no verbal, como expresiones faciales, tono de voz y gestos corporales. Esto permite a los niños interpretar y comprender las emociones de los demás y expresar las suyas de manera adecuada.
• Integración de Experiencias Emocionales: Facilita la integración de experiencias emocionales complejas, ayudando a los niños a dar sentido a sus propios sentimientos y experiencias emocionales pasadas.
• Percepción y Reconocimiento Emocional: Contribuye a la percepción precisa y al reconocimiento rápido de las emociones en sí mismos y en los demás. Esto es crucial para el desarrollo de la empatía y las habilidades sociales.
• Creatividad y Resolución de Problemas: El hemisferio derecho fomenta la creatividad y la capacidad de resolver problemas de manera no convencional, lo cual es útil en la búsqueda de soluciones emocionales adaptativas y en la gestión de conflictos emocionales.
• Regulación Emocional: Participa en la regulación emocional al integrar información emocional con la toma de decisiones y la respuesta emocional. Esto ayuda a los niños a ajustar sus respuestas emocionales de manera flexible y adaptativa según las demandas del entorno.

Implicaciones Educativas y Sociales

Durante la infancia, el hemisferio derecho experimenta un rápido desarrollo y es altamente receptivo a las experiencias emocionales y sociales. Las interacciones tempranas con cuidadores y el entorno familiar influyen significativamente en cómo se desarrolla esta área del cerebro, afectando la capacidad del niño para manejar y regular sus emociones a lo largo de la vida.

Integrar actividades que estimulen el hemisferio derecho en entornos educativos y sociales puede mejorar la competencia emocional de los niños. Actividades artísticas, juegos de roles, música y expresión corporal son ejemplos de actividades que promueven el desarrollo emocional a través del hemisferio derecho.

En el programa Héroes del Futuro, se buscan este tipo de interacciones que permiten a los estudiantes desarrollar una gran competencia emocional a través de la estimulación de este hemisferio derecho con actividades enfocadas al desarrollo de la gestión emocional de los niños y adolescentes.

¿Cómo Gestionar Mejor las Emociones en Niños y Adolescentes?

La gestión emocional es crucial para el desarrollo saludable de niños y adolescentes, influyendo profundamente en su bienestar emocional, social y académico. En este artículo, exploraremos los componentes esenciales de la respuesta emocional y cómo podemos ayudar a los jóvenes a entender y regular sus emociones de manera efectiva.

En el programa Héroes del Futuro seguimos una metodología para conseguir una óptima gestión emocional en niños y adolescentes y se conviertan realmente en los verdaderos Héroes del Futuro teniendo relaciones de calidad con los demás, desarrollando una salud mental de calidad e incrementando su empatía para rodearse de la mejor forma tanto a nivel personal como profesional.

Alteraciones emocionales debido a un mal desarrollo emocional

La afección de alguno de estos componentes o un mal desarrollo emocional puede dar lugar a diferente tipo de psicopatología que acarrea graves problemas con impacto tanto a nivel personal como profesional. Pueden darse dos tipos de alteraciones:

Cuantitativas

En la alteraciones cuantitativas se ve afectado el estado de ánimo, ya sea de forma excesiva o por defecto no siendo capaz la persona de adaptar el estado de ánimo al entorno. Las alteraciones cuantitativas que puden darse son las siguientes:

• Hipertimia: sentimiento exagerado y/o desproporcionado de bienestar, en el que la persona se siente llena de energía, alegreo u optimista → Equivalente a estado de ánimo expansivo o elación del estado de ánimo.
• Hipotimia: estado de ánimo decaido, donde la persona se siente apenada, triste, afligida.
• Distimia: estado de ánimo triste y decaído, normalmente de larga duración.
• Disforia: hace referencia a cualquier estado de ánimo que sea displacentero o molesto para la persona (tristeza, ansiedad, irritabilidad, inquietud...).

Cualitativas

En la alteraciones cualitativas se ve afectada una cualidad de las emociones. Las alteraciones cuantitativas que puden darse son las siguientes:

• Alegría patológica o paratimia positiva: estado eufórico, hiperactivo. Gran autoestima e irritabilidad.
• Paratimia, inadecuación afectiva o afecto discordante: afectividad no adecuada al contexto o expresión inadecuada.
• Labilidad afectiva: cambios brusos en estado de ánimo no dependientes de estímulos externos. Expresión exagerada.
• Ambivalencia afectiva: sentimientos contradictorios sobre el mismo objeto.
• Incontinencia afectiva: falta de control afectivo, emoción exagerada. Afectos y estímulos superficiales, con gran expresividad.
• Neotimia: sentimientos de nueva aparición, difíciles de definir.
• Tristeza patológica o paratimia negativa: humor depresivo, triste, apenado. No congruente con contexto o de duración excesiva.
• Anhedonia: disminución de sentir placer en situaciones que si eran placenteras.
• Apatía: pérdida de motivación o interés.
• Abulia: falta de voluntad, incapacidad para tomar decisiones o hacer acciones necesarias.
• Indiferencia o frialdad afectiva: incapacidad de experimentar reacciones emocionales que suelen aparecer junto a apatía y falta de reactividad.
• Embotamiento: ausencia de reacciones afectivas incluso en situaciones de impacto emocional. Mecanismo defensivo en situciones de angustia. Perplejidad, confusión y puede ser egodistónico.
• Afecto plano o aplanamiento: ausencia total de cualquier signo de expresión emocional.
• Alexitimia: dificultad para verbalizar estados afectivos y diferenciarlos de sansaciones corporales.
• Aprosodia: alteración del lenguaje afectivo en prosodia y modulación.

Alteración en regulación emocional

Regulación emocional: procesos automáticos y controlados mediante los cuales se trata de atender, evaluar y redirigir el flujo espontáneo de emociones de acuerdo con necesidades, objetivos y demandas contextuales. Mediante los procesos de regulaicón emocional influimos sobre

• Las emociones que se tienen, cuándo, cómo y su expresión.

Desregulación emocional persistente: dificultades en regulación emocional generalizadas y persistentes. Existen dificultades en todas las fases del proceso y se caracterizan por:

1. Alta sensibilidad a los estímulos emocionales.
2. Una reacción emocional intensa.
3. Un lento retorno a la línea de base emocional.

Flexibilidad en la regulación emocional: sincronía entre las estrategias de regulación emocional utilizadas y los cambios que se produzcan en el contexto. La flexibilidad tiene que ver con la variedad en el uso de una o más estrategias de regulación emocional. Una mala gestión de emociones y desregulación en su control o expresión durante el desarrollo puede dar lugar a problemas mentales graves como los trastornos de personalidad.

Es por ello que es importante enseñar a los niños y niñas a regular sus emociones desde pequeños. Adquirir esta habilidad no es fácil y requiere de mucho tiempo e inversión de recursos, pero una buena gestión emocional marcará la diferencia entre tener éxito en la vida o por el contrario, estar sufriendo constantemente.

En el programa Héroes del Futuro, nos basamos en los mejores modelos de regulación emocional para que nuestros alumnos adquieran la mejor forma de regularse y aprovecharse de sus emociones en lugar de sufrir por ellas.

Modelos de Regulación Emocional: ¿Cómo manejamos nuestras emociones?

La regulación emocional es el conjunto de estrategias que utilizamos para modificar nuestras emociones, ya sea para disminuirlas, aumentarlas o simplemente gestionarlas mejor. Estas estrategias pueden ser explícitas (conscientes y con esfuerzo) o implícitas (automáticas y sin esfuerzo). Vamos a ver algunos modelos que explican cómo funciona este proceso de manera sencilla.

El Modelo de Gross: Regular las emociones paso a paso

Según James Gross, nuestras emociones están moldeadas por el tipo de estrategia que elegimos en cada momento. Su modelo propone tres etapas clave:

• Objetivo: Decidir si queremos aumentar o disminuir una emoción.
• Estrategia: Elegir cómo vamos a hacerlo (por ejemplo, cambiar la situación o reinterpretarla).
• Resultado: Evaluar si la estrategia funcionó o no.

Imagina que sientes soledad: puedes llamar a un amigo (cambiar la situación), poner una serie para distraerte (despliegue atencional) o pensar en una comida especial que tendrás mañana (cambio cognitivo). Si la emoción ya está muy fuerte, puedes también modular tu respuesta: por ejemplo, elegir si prefieres quedarte en casa llorando o salir a despejarte con amigos.

Gross además relaciona las estrategias con las fases del procesamiento emocional:

• Mundo: seleccionar o cambiar la situación.
• Percepción: enfocar o desviar la atención.
• Evaluación: reinterpretar lo que sucede.
• Acción: controlar la respuesta emocional.

Finalmente, nos recuerda que regular emociones implica cuatro pasos: identificar la necesidad de regular, seleccionar la mejor estrategia, implementarla y monitorizar si está funcionando.

Modelos centrados en habilidades emocionales

Otros enfoques ponen el foco en las habilidades que cada persona necesita para regular bien sus emociones:

• Conciencia emocional: saber lo que sientes.
• Aceptación emocional: no luchar contra lo que sientes.
• Tolerancia emocional: soportar emociones difíciles sin derrumbarse.
• Flexibilidad emocional: cambiar de estrategia cuando el contexto lo pide.

Modelo de Afrontamiento Adaptativo de las Emociones de Berking y Whitley

Explica los déficits de regulación emocional y describe 7 habilidades de regulación de las emociones:

1. Ser consciente de las propias emociones.
2. Identificar y etiquetar correctamente.
3. Identificar qué causa y mantiene la emoción.
4. Modificar las emociones de manera adaptativa.
5. Aceptar y tolerar las emociones negativas.
6. Abordar y afrontar situaciones que puedan desencadenar emociones negativas.
7. Darse apoyo a uno mismo en situaciones estresantes (dentro de darse apoyo estos autores la dividen en 3 a su vez):
   1. Auto-compasión.
   2. Auto-estímulo (calmarse y animarse a uno mismo).
   3. Autoinstrucción activa → “yo observador” asume el papel de coach que guía al “yo que sufre”.

El procesamiento emocional de Hervás: un enfoque completo

El Modelo de Hervás explica que para regular eficazmente las emociones necesitamos cumplir 6 tareas:

1. Abrirnos a sentir.
2. Prestar atención a lo que sentimos.
3. Aceptar esas emociones.
4. Etiquetarlas con precisión.
5. Analizarlas (entender por qué surgieron).
6. Finalmente modular su intensidad.

Este modelo muestra que no se trata solo de controlar lo que sentimos, sino de comprenderlo y gestionarlo de forma activa y compasiva.

Conclusión: Estimular el desarrollo emocional es fundamental para una buena salud mental

Descubre "Héroes del Futuro": Empoderando a los Niños a Través de sus Emociones En "Héroes del Futuro", entendemos que las emociones no son solo respuestas automáticas del cuerpo; son la base de nuestra experiencia humana, dando forma a cómo interactuamos con el mundo. Desde la emoción primaria hasta el sentimiento consciente, cada niño en nuestro programa aprende a navegar y comprender su mundo emocional de manera profunda y significativa. A través de metodologías innovadoras y prácticas, enseñamos a los niños a identificar, comprender y regular sus emociones, utilizando el poderoso conocimiento de la amígdala y el hemisferio derecho del cerebro. Este enfoque integral no solo fortalece su inteligencia emocional, sino que también les capacita para enfrentar desafíos con confianza y comprensión.

En "Héroes del Futuro", no solo preparamos a los niños para el éxito académico, sino que también les damos las herramientas esenciales para el bienestar emocional y social a lo largo de sus vidas. Únete a nosotros y descubre cómo podemos transformar el futuro de tus hijos, empoderándolos para ser verdaderos héroes en sus propias vidas.🚀